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viernes, 27 de septiembre de 2013

Capítulo 9 Gale



A ver. Vamos a pensar un momento. Ella ya me lo dijo. ¿Me lo dijo no? Sí, seguro. ¿Seguro? No, puede que no, a lo mejor la entendí mal. Pero si Peeta acaba de decirlo...

Vale. Entiendo que Delly me diga que Peeta estaba enamorado de Kat;  yo debería poder saberlo pero una cosa es eso y otra que lo suelte delante de todo Panem. Y también tengo derecho a estar celoso y enfadarme ¿no?
También sé, que salir corriendo, matándose con la mitad de los muebles de la casa de otra persona, a la pata coja, no es la reacción más esperada por mi parte.

Además, dejar a Prim y a su madre pasmadas con la declaración sobre su hija, aún más cuando yo lo sabía y debería de haberles explicado las intenciones de Peeta, para ir, más o menos, a ninguna parte no es muy responsable.

Huh.

Eso me recuerda a alguien.

Después de toda la noche intentando dormir en un rincón de una vieja casa abandonada decido ir a hablar con Aaron y a pedirle disculpas. Después iré a casa de Prim o a clase. Mañana empiezan los Juegos.

****

Mucho más despacio de lo que me gustaría, me dirijo a la casa de Aaron, pensando por donde empezar a disculparme.

Según me voy adentrando en la calle voy encontrando más y más gente arremolinada, formando un círculo alrededor de cinco figuras. Un hombre arrodillado en el suelo, con la cabeza hundida entre los hombros; un agente de la paz detrás suya apuntándole con una pistola y otros tres a su alrededor, mirando.

Un hombre.

Pelo castaño oscuro, casi negro y helados ojos azul claro.

   -Aaron Kloss ¿cierto? -pregunta uno de los que estaban mirando.

   -Sí agente.

   -¿Se le ocurre por qué está aquí ahora?

   -No -responde secamente, el hombre que le interroga frunce el ceño.

   -¿No? Tengo entendido que su madre está muy enferma... ¿No es esa de ahí? -dice señalando a una mujer en el público, que observa atemorizada.

   -S-sí

   -¿Y cómo puede explicar que esté aquí, y no medio muerta en su casa?

   -Yo... conseguí medicina.

   -Enhorabuena, con lo difícil que es eso por aquí -no hay respuesta- Y, ese hallazgo suyo ¿seguro que no está relacionado con un robo que se produjo el pasado martes en la casa del Alcalde?

   -No agente.

   -¿Entonces como explica que un mayordomo le viera salir por una ventana esa misma noche?

No responde. El agente que da vueltas al rededor suya mira al del arma y asiente con la cabeza.
Este se prepara para disparar.


Mis piernas empiezan a correr, llevándome hacia donde está Aaron; pero uno de los agentes me detiene y no llego a tiempo.

-¡¡No!! – grito con voz ronca, aún resistiéndome.

El sonido de un disparo rebota contra las paredes, y estas me lo devuelven; riéndose de mí.
Impotente, veo como cae al suelo; su rostro sin expresión, su cuerpo sin vida.

Un grito desesperado surge desde una esquina y su madre, una mujer de semblante cansado y pelo canoso corre hacia él y le coge la mano.

Las tres figuras blancas dan su trabajo por terminado y, satisfechos, se marchan. Poco a poco el resto de la gente también se va, aunque algunas personas quedan inmóviles.

Me tiro de rodillas al suelo y poco a poco, todo se nubla. No es justo...

Personas como él y mucho más jóvenes mueren todos los días, asesinadas, de hambre, enfermos; o lo que es mucho peor: en un estúpido juego. No importa si es justo o no, ya no hay justicia para nosotros.
Si haces hago mal, pagas por ello. Da igual si quieres matar al presidente o salvar un Distrito, no puedes fallar. No te puedes salir de las pautas establecidas.

Y ese es el punto.
La parte de mi que reprimía mi rabia, que me hacía callar lo que solo le decía a Katniss en el bosque, a solas; explota.

No es justo, y eso tiene que cambiar. Va a cambiar


Entonces levanto la vista y la veo. Madge me está mirando fijamente, nuestras miradas se encuentran, pero en la suya solo puedo ver… ¿ira? ¿Decepción? Entonces cierra los ojos fuertemente y se va corriendo.

Resisto el impulso de ir tras ella, tengo que ayudar a la familia de Aaron con su entierro… y lo que necesiten.


****

Leevy, Rick y Darius ayudaron a llevar a Aaron al patio trasero, donde su madre, Sophie, decidió enterrarle. También se encargaron de cavar un hoyo mientras los demás pensábamos en su epitafio.

Sophie sostiene una vieja y amarillenta libreta sobre sus rodillas, mientras, no muy convencida, escribe nuestras sugerencias con un raído lápiz.

   -No es... suficiente -dice

   -Llevamos media hora dándote ideas que no te gustan, ¿por qué no puedes, simplemente, escoger una y ya está? Estoy cansada -replica su impaciente hija.

   -¡¡Katherine!! ¡Es tu hermano, haz el favor de mostrar un poco de respeto por tu parte! -grita enfadada y se larga lo más rápido que puede.

Kathy nació un año después de Aaron, y con su carácter rebelde y despreocupado, nunca se llevó muy bien con su madre, siempre estaban discutiendo por cualquier tontería; pero, he de admitir que muchas veces se pasó, si se enfada por algo se venga de  ti de la manera más cruel que se le ocurra.
Claro que, para ella es divertido.

   -"Haz el favor de mostrar un poco de respeto por tu parte" - repite burlonamente- mñññ.

   -Kathy, tiene razón.

   -Oh Gale tu siempre tan responsable, por qué no te relajas de vez en cuando, así estresas.

   -Es que no te das cuenta, tu hermano acaba de morir y tu estás tan pancha.

   -¿Y que esperas?¿Qué esperáis todos? ¿Qué me eche a llorar como una niña tonta? Qué me hunda, me deprima y qué tengáis que decirme "está en un lugar mejor" y que todo el mundo muere.
»Porque no es así, no debió haberle pasado eso, es la maldita estupidez del Capitolio y si pienso en eso, no podré soportarlo. Nadie piensa que en realidad yo también le quería. Prefiero ser fuerte y no caer en eso.

   -Pero, ser fuerte no implica hacer daño a los demás.

Se queda mirándome fijamente, después de unos segundos me abraza. Y yo también a ella.



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